El gran riesgo que tiene la humanidad está más más asociada a una pandemia que a una guerra nuclear
A raíz de esta complicada situación que tenemos a nivel mundial hemos empezado a reflexionar alrededor de las relaciones que tienen las ciudades, la planificación urbana y las pandemias. Bill Gates hace unos años había advertido en varias de sus conferencias que el gran riesgo que tenía la humanidad estaba más más asociada a una pandemia que a una guerra nuclear, en ese contexto queremos hacer una serie de contenidos que nos ayuden a generar una discusión sobre cuál va a ser el futuro de nuestras sociedades y el futuro de las ciudades desde la planificación urbana.
La situación del coronavirus nos pone a pensar en temas más estructurales de la ciudad que habíamos dejado en el olvido (en medio de toda esta parafernalia tecnológica y de visión futurista) que nos está poniendo a pensar seriamente en nuestra estructura social, en nuestra estructura de gobierno, en cómo funcionan nuestros sistemas de salud, que nos tiene que poner a pensar también en cómo están estructuradas nuestras ciudades y si nuestras ciudades nos van a ayudar a que pandemias como las que tenemos en este momento se repitan o no.
Las primeras ciudades y la higiene
En ese contexto queremos empezar la discusión alrededor de la historia de lo que ha sido la relación de las primeras ciudades y la higiene, que tiene un papel muy importante en las políticas urbanas de finales del siglo XIX pero que también se ven desde la ciudad romana y la ciudad griega en donde el tema de la salud y de la ingeniería estaba en un lugar muy preponderante. Las leyes de indias que fueron las que dieron origen a la forma en que se fundaron las ciudades latinoamericanas también ya tenían unos criterios de salubridad involucrados como por ejemplo cuando hablaban de que las calles deberían ser de más de 16 metros en algunas ordenanzas, por ejemplo en Medellín para poder garantizar asociación y aire. Todo el movimiento moderno del urbanismo en último fue una propuesta asociada a mejorar todas las condiciones de la vivienda obrera del hacinamiento de la falta de aire que generaban condiciones de morbilidad y de mortalidad muy alta en las poblaciones, especialmente en las ciudades europeas, y que después adoptamos aquí en las ciudades latinoamericanas.
Entonces aquí vamos a tener que repensarnos desde la perspectiva de la aglomeración, de lo que significa estar juntos en relación con los virus y con todas estas posibilidades de enfermedades de transmisión, no sólo un tema del hacinamiento que se pare en anquilinatos sino que ya estamos dando a un tema de contacto, por ejemplo podríamos empezar a pensar ciudades que minimicen los contactos en términos de los intercambios de bienes y servicios.
¿Cómo debemos pensar las ciudades a futuro teniendo en cuenta las pandemias?
¿Qué papel debería jugar el teletrabajo? ¿Qué papel debería jugar la tecnología en el caso de la solución que se ha intentado dar? Desde China se usó inteligencia artificial y las señales de los celulares para identificar los contactos con los que una persona que tiene el virus estuvo para poder rastrearlos y colocarlos en cuarentena. Eso nos va a llevar a sociedades más invasivas de la privacidad en aras del bien común.
¿Qué tipo de decisiones éticas se van a tomar desde el punto vista político de las mismas ciudades? Por ejemplo las discusiones que se están generando ahora en EEUU alrededor de si debe primar la economía o la vida de los mayores. ¿Qué tipo de sociedades son las que debemos tener y qué espacio urbano es el que debemos generar para que no tengamos ciudades tan desiguales y donde una pandemia como la que tenemos golpee tan fuertemente a toda esa gran cantidad de población? Población que tenemos de alguna manera segregada con ingresos del día a día y que vive necesitando salir a usar el espacio urbano para poder obtener el ingreso para su comida.
Entonces nuestras ciudades ya no sólo vamos a tener que pensarlas de una manera optimista en términos de como la inteligencia artificial y todas estas nuevas tecnologías ayudarán a que funcionen sino que vamos a tener también que pensar cómo ponemos todos los nuevos recursos y los avances que hemos tenido en el diseño urbano y en la arquitectura al servicio de tener unas sociedades más seguras frente a la amenaza de las pandemias. ¿Cómo individualizar los espacios o generar privacidad pero sin que haya contactos? ¿Cómo manejar los espacios de aglomeración? Entonces queremos plantearles estos temas de discusión y estaremos aportando en los próximos días algunas ideas, alguna parte de historia que nos ayude a enriquecer esta discusión y que nos permita repensarnos como sociedad y repensarnos en nuestra planificación urbana.